Cuando hablamos del mejor hotel rural, tenemos que mencionar las comodidades que pueda contener así como su limpieza, trato y comida, como la mayoría de los demás hoteles. Sin embargo, en el rural, la decoración debe ser respetada como tal, siendo construido en madera así como en piedra, para poder aportar la mejor de las delicadezas y tradición.
También han de mostrar todos los productos que pueden ofrecer en estas tierras, y que suelen ser el punto fuerte de ellos, tales como los embutidos, las frutas caseras, las mermeladas naturales o las gastronomía popular hecha en el día, de casa, con productos orgánicos y sin pesticidas.
Es de valorar la limpieza, que es indispensable, pero siempre que respete el entorno natural; dejando paso a sus jardines naturales y campos o sembrados. La información turística debe estar en el mismo alojamiento y se han de potenciar los desayunos naturales, con yogur recién hecho, leche recién recolectada y frutas tomadas del jardín.
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